El primer problema que podemos encontrar es que el ojo eléctrico no funcione. Las razones por las que puede suceder esto es que el ojo eléctrico que accionas a través del control remoto de la puerta de garaje y que puede ser la causa de por qué tu puerta de garaje no desciende, es que este ojo esté sucio.
Para limpiarlo debes utilizar un limpiador de cristales y es de suma importancia que el paño que utilices sea muy suave. Un paño para limpiar anteojos puede ser una buena solución. Recuerda que los sensores electrónicos, son muy sensibles a ralladuras y pueden romperse fácilmente, así que siempre ten mucho cuidado cuando le hagas limpieza.
Haz lo mismo, para retirar tierra o algún tipo de contaminante en el receptor del ojo eléctrico. Fíjate bien si realizaste bien el proceso. Para esto toma tu control remoto y acciona el mecanismo. Si desciende bien, entonces el problema era suciedad en el receptor. El control remoto también debes limpiarlo de la misma forma y con el mismo cuidado.
Las puertas de garaje electrónicas también vienen con una placa sensorial. Si esta placa se encuentra obstruida por cualquier objeto extraño, como una hoja, una rama de árbol o cualquier otra cosa que la pueda obstruir.
Si esto es así, si efectivamente hay algún objeto obstruyendo la placa, debes retirarlo y asegurarte que nada pueda entrarle nuevamente. Siempre mantén libre de cualquier obstáculo la placa sensorial de tu puerta de garaje, ya que si no lo haces, la puerta no abrirá ni cerrará bien cuando acciones el control remoto.
La correa de empuje es algo de suma importancia también en las puertas de garaje automáticas. Si se encuentra rota entonces lo que tienes que hacer es entrar a tu casa e ir al garaje. Desde dentro del garaje, primero desconecta el motor, ya que la cadena funciona con electricidad y no queremos que sufras una descarga eléctrica en el momento que estés solucionando el problema.
Si necesitas saber qué es una correa de empuje siempre puedes ir a consultar el manual que venía con la puerta de garaje y su motor. Es de suma importancia que lo tengas a mano o en un lugar seguro, porque siempre deberás consultarlo nuevamente.
Cuando ya sepas el correcto funcionamiento de esta correa de empuje y sepas dónde se ubica y cómo está instalada, puedes cerciorarte si está rota. Si es así, entonces retírala y cámbiala por el repuesto que has comprado en alguna ferretería o tienda especializada.
Debes haberte fijado bien en el lugar dónde iba ubicada la correa para que puedas instalar la nueva sin problema. Después de realizar este proceso, vuelve a enchufar el motor y acciona el botón de tu control remoto, para comprobar que la puerta de garaje ahora abre y cierra perfectamente.
Una vez que hayas realizado todos los pasos que te hemos dado, ya puedes sentirte un verdadero experto en el funcionamiento de una puerta de garaje. Si el problema que tienes es otro, como una puerta totalmente rota, lo que debes hacer es cambiarla por otra.
Recuerda siempre guardar bien el manual de usuario del motor y de la puerta para que sepas dónde va cada parte de las que te hemos descrito en este post. Buena suerte.
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