La elección de una caldera no es necesariamente fácil. Es esencial definir claramente sus necesidades y presupuesto para poder seleccionar el modelo adecuado. Cada tipo de caldera, ya sea de condensación, ventosa, mixta, mixta, de bajo consumo, estándar o de cogeneración, tiene sus propias ventajas y desventajas.
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La caldera estándar
Con una eficiencia de alrededor del 92%, la caldera estándar sigue siendo la más común y la menos costosa. Para evitar la condensación, estas calderas de aceite estándar requieren una temperatura mínima de riego de 60°C. Intenta llevar un mantenimiento de la caldera regular.
La caldera de baja temperatura
La caldera de bajo consumo funciona, a diferencia de una caldera estándar, con menos agua caliente sin condensación. Su eficiencia, en el rango del 93% al 95%, es ligeramente superior a la de las calderas de aceite estándar. Permite un ahorro energético de alrededor del 15% respecto a una caldera tradicional, sin embargo su funcionamiento es óptimo si se completa con radiadores de baja temperatura y/o calefacción por suelo radiante.
La ventosa o la caldera de flujo forzado
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La ventosa es un dispositivo que se puede colocar en todo tipo de calderas, ya sean de condensación, estándar o de baja temperatura. La ventosa toma el aire necesario para que la caldera funcione desde fuera de la casa a través de un conducto a través de una pared o techo. Los productos de combustión se descargan a través de un segundo conducto. Las calderas con ventosas son impermeables y, por lo tanto, pueden colocarse en un lugar cerrado y sin ventilación. Cabe señalar que permiten reducir su consumo en un 5% aproximadamente.
La caldera de condensación
La aplicación de nuevas técnicas avanzadas por parte de los fabricantes de calderas ha llevado a la introducción de calderas de condensación de aceite en el mercado. La condensación consiste en pasar agua del estado de vapor al estado líquido. Aplicando este proceso, esta categoría de calderas de gasóleo recupera energía condensando el vapor de agua de los gases de combustión. La caldera de condensación de aceite permite un ahorro de energía de aproximadamente el 30% en comparación con una caldera convencional. Desde un punto de vista medioambiental, el ahorro de combustible conseguido reduce las emisiones de dióxido de carbono y óxido de nitrógeno en particular. Combinadas con una «calefacción por suelo radiante de baja temperatura» y/o «radiadores de calor suave», estas calderas de alta eficiencia logran un rendimiento óptimo.
La caldera combinada
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El principio de una caldera combinada es cambiar de un combustible a otro según las necesidades (clima, hora del día). En algunas regiones forestales se utilizan calderas mixtas de leña y aceite. La facilidad y el bajo coste del suministro de madera, junto con el aspecto ecológico de la calefacción con leña, son las principales razones de este tipo de equipos. Sin embargo, el buen funcionamiento de esta categoría de calderas requiere un suministro regular de leña y, por tanto, la presencia humana.
La caldera de cogeneración
La caldera de microcogeneración se desarrolla progresivamente para particulares. Es una caldera de condensación a la que se añade un motor que produce energía mecánica, que a su vez acciona un alternador que produce electricidad:
La energía térmica así recuperada por la producción de electricidad se utiliza para calentar la casa y el agua para las instalaciones sanitarias.
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La producción de electricidad que se lleva a cabo permite el funcionamiento de los electrodomésticos de la casa. Si esta producción de electricidad es superior a las necesidades de la casa, es posible revenderla a un proveedor como EDF.
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