Hay diferentes tipos de contaminantes en la atmósfera. Pueden ser de origen natural, industrial o doméstico. Se clasifican en dos categorías. En nuestra compañía de reparación de calderas queremos hablarte de la contaminación a causa de las calderas de gas. Los contaminantes primarios provienen de la agricultura, el tráfico rodado, la industria…
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Los contaminantes secundarios provienen de la reacción química de los gases entre ellos. Los principales contaminantes son el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno, el monóxido de carbono, los COV (compuestos orgánicos volátiles), el ozono y el polvo. Veremos algunas características de sus contaminantes:
Dióxido de azufre:
Provoca lluvia ácida que degrada los monumentos construidos con piedra caliza y también provoca la muerte prematura de las plantas.
Óxidos de nitrógeno:
También contribuyen a la lluvia ácida y promueven la formación de ozono. Pueden causar asma.
Monóxido de carbono:
Es un gas tóxico que se une en lugar de oxígeno en la sangre. Puede ser fatal en caso de exposición significativa y prolongada.
Ozono:
Es un contaminante secundario que puede causar irritación ocular y pulmonar.
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Caldera de gas y contaminación del aire
En la actualidad, las tres principales fuentes de emisión de contaminantes atmosféricos son la industria (51%), seguida por el transporte (27%) y la agricultura (10%). La calefacción comercial y residencial representa sólo el 1% de las fuentes de contaminación del aire.
La caldera de gas puede funcionar con dos tipos de combustible: gas o fuel-oil. Estos dos combustibles fósiles no son los más contaminantes. De hecho, el fuel oil y el gas natural emiten entre un 20% y un 25% menos de CO2 y óxido de nitrógeno que el petróleo y entre un 40% y un 50% menos que el carbón. La caldera de gas utiliza gas natural o gas propano (GLP) como combustible. Cuando están en combustión, producen dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno. Por lo tanto, son gases nocivos para el medio ambiente.
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Gracias a su funcionamiento, la caldera de condensación de gas recupera el calor de los residuos, lo que significa que los contaminantes se condensan y, por tanto, tienen un menor impacto en el medio ambiente. Desde el acuerdo de Kioto, España se ha comprometido a reducir los gases de efecto invernadero de aquí a 2020. Los fabricantes de calderas han sido capaces de innovar en el proceso de combustión con la creación de un proceso llamado combustión completa. Es un proceso químico que, mediante el uso de nuevos quemadores, aumenta la eficiencia de las nuevas calderas y, por lo tanto, reduce la cantidad de gases tóxicos liberados a la atmósfera. Para garantizar una combustión completa, las nuevas calderas de gas están equipadas con un quemador de premezcla.
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La caldera de condensación de gas es, por lo tanto, una solución de calefacción ecológica, ya que reduce las emisiones de gases contaminantes.